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miércoles, 28 de abril de 2010

La violencia: Cáncer de la sociedad

Nuestra populosa ciudad, con gran actividad productiva y económica, con sus cerca de 262,848 habitantes según censo del 2003, alberga personas de diferentes regiones del país, trayendo cada uno su cultura , creencias, en pocas palabras su idiosincrasia regional.
La actividad comercial y productiva genera riqueza y ésta, como la miel que atrae a las moscas, atrae a los parásitos de la sociedad: timadores, ladrones, extorsionadores, narcotraficantes, en pocas palabras gente de malvivir, la misma que forma grupos sociales con poca o nula formación cívica y moral y escasa instrucción que desafían a la autoridad y atentan contra el orden público y armonía social.
Si a esto sumamos que nuestras autoridades provienen de ésa masa social electora, es notorio con la facilidad que se corrompen o son inducidos a delinquir, podría decirse que esto se esta convirtiendo en un neo modus vivendi.
Casi en toda administración pública, según da cuenta la prensa hablada, escrita o la internet, muy pocas o casi ninguna escapa a la corrupción, al dejar hacer dejar pasar, prueba palpable de ello es la tristemente célebre actual administración edil, que con una mano destruye lo que la otra construye, irregularidades que han generado proceso judicial al señor alcalde.
Es un secreto a voces que en nuestra benemérita Policía Nacional, existen algunos repudiables elementos que tienen el atrevimiento, la audacia, el antipatriotismo, la incivilidad, la traición de alquilar sus armas de reglamento a otros menos delincuentes para que cometan sus fechorías, atentando contra las personas a quienes se supone el estado debe resguardar, con en el empleo de estas armas, ya que para ello se destina parte de los impuestos.
Esto genera falta de respeto por pérdida de autoridad, que a su vez se ve reforzada con prensa llamada amarilla, programas radiales irreverentes, televisivos de muy poco ingenio y abundante procacidad y, publicidad con frases de doble sentido etc.
La riqueza genera bienestar y propicia el entretenimiento y diversión, muchas veces mal enfocados, propiciando que seudo empresarios, con ayuda de personajillos ediles, hiper corruptibles, instalen bares, discotecas, discotecas-hotel, dizque turísticas, y que luego mas temprano que tarde, en sus inmediaciones se realiza la micro comercialización de drogas.
Todo esto es un círculo vicioso que genera una espiral de violencia cada vez más feroz. En las noticias se puede observar como una constante, la presencia de droga, pasta básica de cocaína, como complemento o como eje, en el accionar delictivo.